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miércoles, 25 de noviembre de 2015

Danilo Rivas, un olvidado

Danilo Rivas
Danilo Rivas
“No es bueno que el hombre esté solo. Pero, ¡oh, Dios mío, qué alivio!”. John Barrymore


El 19 de octubre de 1957, las Estrellas de Willie Mays derrotaron 9-2 a la Selección Dominicana en el último juego de la serie celebrada en el estadio Trujillo.
El lanzador ganador fue el sepia Joe Black y el derrotado Marty Kutina. Felipe Rojas Alou disparó un jonrón.
El zurdo Danilo Rivas soltó su brazo por vez primera ante las “Estrellas de Willile Mays”.
Era un novatito delgado llegado de Salcedo con un mundo en la bola, una curva en “arco de barril” que destilaba veneno, con excelentes movimientos en la colina de los sustos.
Recuerdo que tenía el mejor viraje hacia la primera almohadilla.
En una ocasión, siendo Mateo Rojas Alou mánager del Escogido, Danilo fue llamado a trabajar y en una plática breve nos dijo que cuando enfrentó a las Estrellas de Willie Mays, fue uno de los momentos más grandes de su carrera, similar a cuando junto a Pedro Borbón le tiró en el estadio Quisqueya una blanqueada a los Piratas de Pittsburgh.
Danilo trabajó en 730 innings y un tercio, permitió 213 carreras, efectividad de 2.99, con 52 victorias y 36 reveses exhibe un porcentaje de .591.
La gerencia del Escogido debe tributarle un homenaje a Danilo, que es otro miembro de la Legión de los Peloteros Olvidados.
Me lo contó Papito. En una ocasión en Los Angeles, Manuel Mota me llevó a un “dealer” de la Chevrolet y me presentó a un señor que cuando cruzamos saludos en la presentación me dijo: “Joseph Mathews”. Mota, que estaba al lado sonrió, y me dijo: “Bienvo, ese es Papito Mateo”.
Cuando entramos en materia me narró Mathews que uno de los días que más celebró en la pelota dominicana fue cuando el 12 de junio de 1952, el norteamericano Johnny Wright le lanzó una blanqueada 11-0 a las Estrellas y el único hit que permitió fue uno que le conectó en el octavo para romperle el no hitter.
En 1953, Papito Mateo fue el líder de triples del torneo con 3.
El receptor de los Yanquis Yogi Berra tenía la costumbre de montarle conversación a los buenos bateadores cuando llegaban al pentágono para que no se concentraran.
Un día, cuando llegó a batear Ted Williams, Yogi le dijo: “¿Cómo está la familia, Ted?”, pero no obtuvo respuesta.
Sin embargo, al siguiente lanzamiento Williams disparó tremendo jonrón y cuando llegó a home le dijo a Berra: “Todos muy bien, muchas gracias... Yogi”.

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